Thursday, April 30, 2009

Circular Satué a Santa Orosia y vuelta por Isún de Basa. Entre peñas

Un roquedo impenetrable, si no fuese porque siempre hay una grieta.
Todos los pueblos del Basa y del Gállego, contiguos a la peña de Santa Orosia, encontraron su acceso singular hacia la planicie de la Santa.

Este sábado, lluvioso según todas las predicciones, localicé algo de menos nubosidad "probable" en la zona de Sabiñánigo y nos la jugamos encaminando nuestros pasos a nuestra amada ermita de Santa Orosia, con la que ya tenemos una especial relación de afecto.
Tantas sendas para llegar a ella, tantos logros del ingenio humano para, entre farallones, encontrar esa senda distinta que personaliza los ascensos desde Yebra, San Román, Isún y Satué, hacen que uno aprecie el afecto sincero de esos "micro-pueblos" a la patrona de Jaca, de Sabiñánigo, de Oliván y de todos los asentamientos que se cobijan a su falda.

Al amanecer, en Zaragoza, el cielo estaba gris, casi gris metálico y, al fondo parecía como si el sol receloso no se atrevía a lucir. Y es que le pudieron las nubes y no le dejaron mostrarse apenas. Sin embargo las nubes, al mirarlas, daban una sensación de calma, de serenidad. No parecían traicioneras. Y, fieles, nos acompañaron desde que nos pusimos en marcha hasta la vuelta y algo más.

En Satué subimos por el barranco de las Gragantas, con más agua que nunca, incluso con la fuente revivida, y con unas pozas donde no suele bajar mas que una tímida cascada. La nieve ha empapado hasta hace poco la plana de Santa Orosia y la miel de roca, el agua cristalina, saltaba, rezumaba, brillaba al resol de la mañana.

Las hayas despuntan ya algo, sobre todo en la ladera que va al tozal de San Critobal, las plantas herbáceas ya mostraban, todavía tímidamente, sus primeras flores y, adentrados por la Garganta llegamos a la plana de la Ermita, paseamos por ahí asomándonos al cerro de la Corona y volvimos por el camino de Isún de Basa.

Antes de llegar al portillo de acceso, o de descenso en este caso, nos despidieron las nubes con una pedregada suave, lanzándonos chinitas blancas. Nos asomamos a la Cruz y luego retornamos a la senda que va, en el primer trayecto, bordeando el roquedo por una faja hasta llegar al bosque de robles y, después, al pinar de la falda del sotomonte.

Desde Isún de Basa, por el GR 16 y en un camino margoso que estaba seco, porque el agua nos respetó, regresamos directamente a nuestro vehículo.

El tiempo invertido fue de seis horas.

Al llegar a Zaragoza nos saludó el cielo lloviendo para mostrarnos que es eso lo que tocaba pero que, por esta vez nos había respetado.
frid




cascada en el camino de Satué a Santa Orosia



El Oturia

Mirando al Ara

Bajando a Isún de Basa

Isún de Basa



El mallo de Santa Orosia




Santa Orosia es patrona de la Jacetania y el Alto Gállego. Se celebra su festividad el 25 de junio; es además patrona de endemoniados o espirituados.

Ver

Mi romería medieval: Santa Orosia.

Excursión con perro. Subida al Oturia (1.921 m) desde Javierre del Obispo.

Las sendas del Oturia y la ermita de Santa Orosia

Monday, April 20, 2009

Circular en Bolea subiendo al Pico de Caballera

A la tercera es la vencida. Habíamos investigado los caminos de Bolea y Aniés en otras ocasiones. Subimos a la Ermita de la Virgen de la Peña y nos entusiasmamos por su historia medieval, recorrimos el barranco de las Árticas donde nace el Sotón y pasamos por la ermita de San Cristobal y, un día de nieve, hicimos el barranco de Alicastros hasta el Pozo de Nieve. Ese día es cuando más cerca pudimos vislumbrar la cima de Pico de Caballera pero el mal tiempo nos aconsejó volver.

Hace una semana había 25 centímetros de nieve en Los Pozos. Este sábado era totalmente distinto, si bien en Tozal de Guara se veía bastante nieve desde los 1.800 metros, pero ahora la cota máxima que nos propusimos estaba sólo a 1581, así que casi no encontramos ni rastro de nieve.

Dejamos el coche en Bolea como en otras ocasiones y salimos esta vez mi amigo político y yo camino de coronar cimas. La senda que ya conocía nos llevó por Santa Quiteria a la Ermita de San Cristobal y, de ahí, por la senda del roquedo, hasta la pista forestal.

Seguimos la pista forestal hasta Los Pozos y ahí nos desviamos para coronar Nabiella a 1517 metros y Pico de Caballera a 1581 metros. Esta subida nos supuso casi una hora y bajamos en media hora.

De Los Pozos, por el GR 1 bajamos a Bolea. Tardando en la excursión algo más de siete horas.

La senda pasa en dos ocasiones por zona de panales de abejas. En la zona que hay en el camino, volviendo, pasada la Ermita de la Trinidad, tuvimos la suerte de interferir en el tráfico aéreo y recibimos cada uno su picotazo de una abeja poco diestra para bordear obstáculos humanos. No pasó de ahí, pero el camino está en plena zona de vuelo abejil.

Los pinos del Barranco Alicastros, zona del GR 1, están plagados de procesionaria, muy descuidados y con riesgo de algún incendio por dejadez. De hecho retiramos una botella de cristal que parecía puesta para que hiciera lupa y "ardiese" aquello. ¿Despiste?

Ese GR requiere más cuidado, su entorno también.

Con respecto a la pista forestal, hay alguna zona activa, con círculos de deslizamiento evidentes y se nota que ya de por sí la roca está muy movida.

Mi amigo, oscense, evocaba posibles acciones medievales y la condición magnífica que tenía para refugio esta montaña.

Desde el Pico de Caballera se divisa magníficamente Loarre por un lado con toda la sierra bajando hacia allí, y por el otro Peña Gratal que, a pesar de sus 1563 metros, debido a su esbeltez, parece más álta que el cerro plano en el que acaba Sierra Caballera.

frid

Ver también:

De Bolea al paso de Bentué de Rasal. La nieve del calentamiento global

Nuestra inmersión en el Medioevo: La Ermita de la Virgen de la Peña de Aniés.



Salimos de Zaragoza después de saludar a la Virgen del Pilar. El día prometía.


Fuentes del Barranco del Sotón


Ahí está la ermita de San Cristobal.


Paso del río mirando a Bolea

Paso del río Sotón mirando aguas arriba


Subiendo por el roquedo

Ahí vimos buitreras, nidos de águilas y de aves rupícolas.

Paso del Sotón, terreno muy movido.

Un posible círculo de deslizamiento facilitado por el trazado de la pista forestal

Al fondo Loarre


Al fondo Bolea

Subiendo la Sierra Caballera

Gratal

Nabiella

Pico de Caballera


En la cima


Vista desde el collado del GR 1 hacia Pico de Caballera. Sólo se ve este altozano.

Volviendo a Bolea con la Ermita de la Trinidad en el llano

Monday, April 13, 2009

De Bolea al paso de Bentué de Rasal. La nieve del calentamiento global

Zaragoza. 11.04.2009: Este sábado en Aragón las predicciones climáticas eran malas. Alerta naranja en la provincia de Huesca y amarilla en Zaragoza y Teruel, y en todas con posibilidades de nevadas fuertes por encima de los 800 metros. Abril "nival" no sé cómo harán a mayo, porque florido será con seguridad.

Callados están los agoreros del calentamiento global. ¿Y si volviesen a hablar del invierno global? Estoy seguro que en verano volverán con su alarmismo climático con el objetivo de "matar humanos", o de controlar la población. Pero ahí, en el monte, al menos no oímos sus "algoreras" o agoreras voces.

Con ese panorama, buscar un lugar para pasear era difícil, si bien vimos un hueco entre nubes en la zona de Guara y alrededores y ahí fuimos desde Zaragoza acompañados de la lluvia hasta Huesca capital. Y de ahí a Bolea para hacer una breve excursión hasta que se aguantase el tiempo.

Tuvimos cuatro horas de calma que aprovechamos bien.

Salimos de Bolea a las 8:45 a.m. cuando había dejado de nevar y llover, con viento fuerte. Subimos por el GR-1 hasta el collado de Los Pozos, que desde ahí desciende a Bentué de Rasal, en unas dos horas. Miramos la niebla que cubría la cima de Sierra Caballera y decidimos bajar.

Visitamos la Ermita de la Trinidad, de un antiguo convento de agustinos desamortizado y comprado por un "diputado" beneficiario, y que se ha reconstruido con fondos europeos y bajamos a Bolea ¡con sol!

Pudimos comer sin lluvia y al llegar al coche parece que el tiempo nos dijo que ya había cuidado demasiado de nosotros y comenzó a llover.

Llegamos a Zaragoza lloviendo a mares, pero la excursión, ajustada a cuatro horas de buen tiempo, nos salió redonda. Nevó ligeramente en el collado, tuvimos sol y pisamos nieve virgen que en algunos lugares tendría unos 25 centímetros de espesor.

Creo que nuestros ángeles custodios quisieron que disfrutásemos de un merecido descanso y se lucieron. Gracias.

frid



Gratal al fondo




Vamos al collado por aquí








La Ermita de la Trinidad



















En el collado del Pozo

De vuelta salió el sol



Ver también: Nuestra inmersión en el Medioevo: La Ermita de la Virgen de la Peña de Aniés.