Wednesday, April 01, 2009

Por la sierra de Canciás. Soledades

Aragón inmenso, Aragón desierto. La Guarguera, como el Sobepuerto son una inmensidad de monte con pueblos fantasma. Carreteras laboriosas que llegaron a las puertas de las casas y que fueron ellas, signo de desarrollo, la autopista de huida de la vida dura y miserable.

Otal, Escartín, Basarán, ¿quién contará las historias que vivieron vuestros muros? Fablo, Villacampa, ¿quién os dejó morir?

No sabríamos vivir como entonces, con hambre y mirando al cielo como único recurso. O lluvia o llanto. No en vano entonces las rogativas eran más sentidas y, también, más eficaces. Dios ayuda en la necesitad, pero ¡tanta!

Hoy algunos pueblos se recuperan como segunda vivienda o como lugar de reposo de personas jubiladas, quizá hijos de los últimos "indígenas", o ellos mismos aún con las historias de sus piedras vividas en sus carnes.

Este sábado exploramos otro desierto. Hubo unos años que nos internamos por el Sobrepuerto por Otal y Basarán. Muchas veces desde el Erata y desde el Oturia, a modo de atalalla, vemos la inmensidad del desierto humano al otro lado del Gállego.

Nuestro desierto, precioso, con robles todavía despojados de su traje de hojas recias, ha sido la Guarguera, explorando las inmediaciones de la Peña Canciás. Fuimos desde la pista que lleva a Gillué al pueblo con dos casas habitadas, una de ellas de turismo rural, de ahí a Fablo, pueblo abandonado donde pudimos hablar con el habitante de una finca al lado del barranco de Gillué, que había nacido en ese pueblo. Por la pista forestal nos acercamos a la senda que lleva a Canciás, que no localizamos pero que, con las nubes bajas se hacía complicado subir, si bien nos afirmó el lugareño que hay ahí una senda que sube allí, a la cima de Canciás, pero que era mejor subir desde Laguarta por una senda mejor señalada.

A la vuelta hicimos una excursión circular llegando a la Casa Fortaleza de Villacampa, abandonada, y de ahí al Molino Escartín en el Guarga. Y, después de andar un poco más de un kilómetro por la carretera, llegamos al coche sin que apenas nos lloviera con un día que tenía las nubes contenidas, con unas ganas locas de descargar, lo que hicieron cuando ya volvíamos a Zaragoza en el vehículo.

La excursión circular Molino Escartín.- Gillué - Villacampa y retorno al Molino puede durar tres horas. Y si bien está señalada como PR, hace años que no arreglan el camino en el tramo Gillué a Villacampa, aunque sigue siendo transitable porque es una antigua pista y no está muy deteriorado

frid

Ver:

Canciás desde Laguarta

Canciás desde Gillué

Canciás desde Fablo


Subiendo a Gillué





Soledad de la Iglesia de Gillué

Barranco de Gillué



Soledad de Fablo



Cruce del barranco de Gillué camino a Villacampa



Soledad de Villacampa



Soledad de Bescos

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