Friday, December 15, 2006

Una conmemoración, siguiendo los pasos de San Josemaría Escrivá en Ribalera.


Siguiendo los pasos de San Josemaría. La Ribalera – 26.11.06

Siguiendo la tradición de los últimos tres años, el pasado domingo día 26 de noviembre estuvimos en la Espluga de les Vaques - en el Barranco de la Ribalera - para conmemorar la misa que celebró San Josemaría Escrivá de Balaguer, en este mismo lugar, el domingo día 28 de noviembre de 1937. (1)

Recordemos que ésta fue la última misa que celebró en todo el itinerario hasta llegar a Andorra, ya que la siguiente fue en la iglesia de les Escaldes (Andorra) el día 3 de diciembre.

A las 9,30 horas, los primeros caminantes llegaron en coche hasta la casa de Torrent, desde donde continuaron a pie hacia la Casa del Corb y la Ribalera.

A las 10,30 horas, un segundo grupo llegó a Peramola, desde donde partieron en dos coches todo terreno hacia Santpou, encontrándose con el grupo anterior a las 11,45 horas.

Pocos minutos después llegó a Santpou un tercer grupo con otro coche todo terreno, iniciando juntos la caminata hasta la Ribalera a donde llegamos a las 12,20 horas. A continuación se preparó todo lo necesario para la celebración de la Santa Misa, que ofició Mn. Domènec Melé.


Antes de la misa leímos algunas partes de los diarios y otros documentos escritos por los expedicionarios del año 1937 para conocer mas a fondo los sucesos de los días 27 i 28 de noviembre de 1937.

Después de la Santa Misa, comimos allí mismo y celebramos la fiesta de Cristo Rey con un buen vino, recordando también la anécdota de San Josemaría al acabar la Santa Misa, que quiso celebrarlo abriendo una botella de coñac que por desgracia se rompió (2). Nosotros tuvimos mas cuidado y pudimos celebrarlo espléndidamente.

A las tres de la tarde estábamos de regreso en la casa de Santpou.

Cuatro de los expedicionarios regresaron a pie por la Casa del Corb y Torrent. Los demás regresaron con los coches hasta Oliana y de nuevo a Barcelona, en donde llegamos hacia las 6 de la tarde.



En resumen, hemos de decir que fue un día muy agradable, que nos permitió revivir de cerca una vez más esta misa tan entrañable que celebró San Josemaría el día 28 de noviembre de 1937 en la Espluga de les Vaques, en la Ribalera.

Remitido por: Jesús Domingo

Extracto de las Memorias escritas por Francisco Botella el año 1975:

(1) “Cuando clareó y empezó el nuevo día, nos dimos cuenta de que la cueva estaba como a media ladera de una montaña rojiza. Salimos y a poca distancia, nos encontramos al pie de una cascada pequeña, sobre una parte llana, como empedrada por piedras grandes, que José María explicó era una formación típica geológica. Estaba bastante recogido el sitio y, al parecer, lejos de lugares de tránsito y sin apenas árboles. Se veía tranquilo e inspiraba cierta seguridad.

El Padre pensó Celebrar la Santa Misa en aquel rincón, al pie de la sierra Obens. Cerca de la cascada, en una parte abrupta, pero con piedras grandes, y una de ellas hizo de Altar. El Padre tenía preocupación de que los que venían con nosotros, no estuvieran correctos o que las circunstancias con que se Celebraba, sin ornamentos, sin los detalles del culto, les hiriera en una fe que podía ser débil. Pero al fin, después de encomendarlo al Señor, se dispuso a Celebrar. Me parece que antes les dijo unas palabras de preparación.

Hacía viento. El Padre Celebró arrodillado, no podía ser de otra forma. Con una punta del corporal tapábamos las formas consagradas, cuando el viento se hacía más fuerte y con un corporal pequeño, que hacía de palia, presionando un poco asegurábamos el cáliz de la Sangre del Señor, para que no se cayera. Miguel y yo, por indicación del Padre, hicimos cuanto acabo de decir. El Padre Celebró con la unción y el recogimiento de siempre, sin distraerse por el viento, sumergida su mirada sobre las especies sacramentales que descansaban sobre la piedra. Todos asistieron a la Santa Misa con devoción y respeto. Era emocionante sentirse así, en aquel lugar y rodeados de peligros, incorporados al Sacrificio de la Cruz”.

(2) “Cuando acabó de Celebrar el Padre, estaba muy contento y feliz del comportamiento de todos. Nos lo comunicó enseguida. Y quiso que lo celebrásemos. Llevábamos una botella de coñac para emergencias posibles y sin esperar a la hipotética situación crítica, prefirió celebrar lo bien que se habían comportado aquellos compañeros de peligro, en la Celebración de la Santa Misa. Le rebosaba del corazón el agradecimiento y el consuelo que habían dado a su alma. No teníamos sacacorchos y uno decidió abrir la botella con un golpe seco, que salió tan poco preciso, que acabó con todo el líquido o casi todo, porque se rompió la botella. Lo terminamos celebrando a carcajadas, que inició el Padre, y con alegría repleta de buen humor. El Padre reservó unas formas consagradas que guardó en una cajita y llevaba consigo para poder comulgar en el camino. Desde entonces, hasta el día siguiente, el Señor Sacramentado viajó con nosotros, en coloquio amoroso con nuestro Padre.

Pasamos el día 28 de noviembre en aquel lugar. Hacía sol y se estaba a gusto. Por la tarde se nos unió más gente. Creo que todos eran payeses -gente del campo- menos un estudiante de Ingeniería, Antonio Dalmases. (…) Al atardecer, apareció como por ensalmo, un chico fuerte, joven, simpático, con aire autoritario, que iba a ser el guía principal, el responsable de la aventura en la que estábamos empeñados. Dijo llamarse Antonio. Por supuesto, que ya se veía que era un nombre convencional. Hace pocos años también Juan le localizó. En aquella época de nuestro "viaje de liberación", puso sus experiencias de contrabandista al servicio de la liberación de fugitivos de la España comunista. Y cuando ya había poca luz y se aproximaba la noche, empezamos la jornada de camino que había de durar hasta que clarease y tuviéramos que escondernos de nuevo. El horario era fundamental, porque había que llegar a determinada hora a un particular sitio, donde estaba previsto que podíamos escondernos. Por eso, la marcha de noche era además de dura, subordinada al implacable reloj, que era intransigente”.

Friday, December 01, 2006

Nos han enviado este reportaje: Geology Lesson - mid oceanic island formation

Este reportaje ha sido remitido por jrr para nuestro disfrute. La formación de una isla.


August 2006, the yacht 'Maiken' is travelling in the south Pacific when they came across a weird sight...

It was sand in the water, and floating ON TOP of the waves...






This is not a beach, it is volcanic stones floating on the water.







The trail left by the yacht...









And then this was spotted... ash and steam rising from the ocean...


And, while they were watching...












A brand new island formed...





A plume of black ash...




Pretty wild, huh?

Tuesday, November 28, 2006

Una romería montañera. La rosa de Pallerols, una caricia de la Virgen.

Unas 250 personas conmemoraron en Pallerols de Rialb (La Noguera - Lleida), el paso de san Josemaría Escrivá de Balaguer por el pirineo de Lleida, cuando iba camino de Andorra, en el año 1937.

La Rosa de Pallerols, una caricia de la Virgen


Unas 250 personas conmemoraron en Pallerols de Rialb (La Noguera - Lleida), el paso de san Josemaría Escrivá de Balaguer por el pirineo de Lleida, cuando iba camino de Andorra, en el año 1937.

En Pallerols encontró la rosa de Rialb, que siempre recordó como una caricia de la Virgen María.

Por cuarto año consecutivo, la “Associació d'Amics dels Camí de Pallerols de Rialb a Andorra” celebró, el pasado domingo 19 de noviembre, la Fiesta de “la Trobada de la Rosa”, que recuerda el día 22 de noviembre de 1937, cuando san Josemaría encontró una rosa de madera estofada e el suelo de la iglesia de Sant Esteve de Pallerols.

La noche del 21 al 22 de noviembre, san Josemaría con cinco personas más llegaron a este lugar guiados por Pere Sala propietario de una masía próxima. Seis días después, concretamente el día 28, continuaron hacia Andorra acompañados por el guía principal, Josep Cirera, que les recogió en el Barranco de la Ribalera.

San Josemaría había estado hasta estas fechas escondido en Madrid por la persecución religiosa de la época. Después de pasar 41 días en Barcelona esperando el momento oportuno de pasar a Andorra, finalmente se presentó la ocasión el día 19 de noviembre de 1937.

La noche del día 21, el guía les colocó en una pequeña habitación de la rectoría de la iglesia. Durante toda la noche el Fundador del Opus Dei pasó por un intenso sufrimiento al plantearse si estaba cumpliendo la voluntad de Dios, que había visto claramente en Madrid cuando decidió pasar a la otra parte de España para poder hacer con libertad el Opus Dei, según el encargo específico que había recibido de Dios el 2 de octubre de 1928.

Pedro Casciaro escribe en su diario: “Pude vislumbrar el rostro abatido del Padre: nunca lo había visto así (…) Me puse a rezar nervioso y atemorizado; mientras rezaba, alcancé a oir los sollozos contenidos del Padre”.

Años después, Álvaro del Portillo explicaba que en aquellos momentos san Josemaría Escrivá “sentía como dividido el corazón, entre la necesidad -de una parte- de llegar al otro lado, donde tendría libertad de movimientos para seguir con la Obra y ejercer su ministerio sacerdotal; y de otra, la conveniencia de regresar a Madrid (...). El caso es que decidió: si, en el término de unas horas, encuentro una rosa de madera estofada, esto significa que la Virgen quiere que vaya al otro lado”.

San Josemaría estuvo toda la noche en vela, pidiendo al Señor, por intercesión de la Virgen, que le desvelase la duda.

A primera hora de la mañana salió de la habitación y bajó a la iglesia, que estaba saqueada. En el año 1936 habían destrozado los retablos y entre ellos el de la Virgen del Rosario (Mare de Déu del Roser). Habían sacado los restos fuera de la iglesia y los habían quemado. En el interior de la iglesia quedaban trozos de madera por el suelo. Entre ellos salía una rosa de madera estofada de alguno de los retablos. Por las dimensiones de la rosa hallada bien podría tratarse de la que tenía en la mano la imagen de la Virgen del Rosario, que estaba en uno de los altares laterales de la iglesia.

Era la prueba que había pedido. Lo recordó el resto de su vida como una caricia de la Virgen. La recogió con devoción y volvió a la rectoría, en donde estaban los demás que le acompañaban, para celebrar la santa misa. Se llevó la rosa consigo y actualmente se conserva en la Sede de la Prelatura del Opus Dei, en Roma.

"Así como nunca havia visto al Padre tan afligido como la noche pasada -comenta Pedro-, tampoco lo vi nunca tan gozoso como aquella mañana”.

Sesenta y nueve años después, unas 250 persones se reunieron en Pallerols el domingo día 19 de noviembre procedentes de diversas ciudades próximas a la zona y de otras partes de Catalunya: Lleida, Girona, Tarragona, Barcelona, Andorra, Igualada, Terrassa, etc.

Ya el día 18 por la tarde llegaron muchas familias con sus hijos para pasar la noche en los alrededores de Pallerols: Algunos durmieron en la escuela del pueblo que actualmente es Casa de Turismo Rural; otros durmieron en tiendas de campaña y algunos lo hicieron en el mismo lugar en el que san Josemaría pasó la noche del 21. Al día siguiente, estas mismas familias limpiaron la iglesia y la adornaron con flores.

Algunas de las personas que el día 19 llegaron pronto pudieron asistir a la visita guiada de los lugares más emblemáticos en donde estuvo san Josemaría durante los días que permaneció en los bosques de Rialb: la Cabaña de San Rafael, la Balsa, la casa de l’Empordanès, etc.

Hay que destacar también las explicaciones que se dieron en la iglesia de Pallerols de los hechos ocurridos durante estos días, siguiendo los relatos de los protagonistas, que escribieron sus diarios y memorias.

El acto central fue la celebración de la Eucaristía presidida por el Vicario General del obispado de Urgell, Mn. Joan Pujol, y con la presencia del rector de la parroquia Mn. Bonifaci Fortuny.

Después de la misa hubo unos sufragios en el cementerio de Pallerols para los difuntos de la zona.

Acabó la fiesta con un pequeño aperitivo y a continuación la mayoría de los asistentes se distribuyó por los alrededores de Pallerols para comer al aire libre de un día de otoño soleado y apacible.

jesús domingo

Me han enviado este reportaje ¿Lo harías?

Here is the path to this beautiful mountain retreat. The final destination is absolute beauty but the requirements for getting there and back leaves a bit to be desired!

First - Lets take the tram up to the start of the trail.




Now follow the path.




Be sure to hold on to the "railing"







Keep an eye on the person in front of you.





Be very careful when passing someone going in the opposite direction.





Now just up a few steps. (they are on the left in the picture)



Gets a little steeper here - so put your toes in the holes.





What's with: A few more steps to go.





Finally in sight.





The view is amazing and breath taking, but it's not worth trek for me!

(And they probably don't have a beer at the top)

Yo, frid, no lo haría.

Friday, October 06, 2006

Fotos de embalses. González Lacasa en el Iregua

Después de un año seco, el embalse de González Lacasa tenía este "inusual" estado; si bien se va a aprovechar la situación para hacer algunas obras por parte de la Confederación del Ebro. Lo normal será que vuelva a llenarse antes de la temporada de riego. No nos alarmemos.



Dos vistas



Embalse de González Lacasa 2006/10/05

Thursday, September 14, 2006

Excursión tradicional al Peñalara (2.429 metros) en verano.


dibujo propio.

Excursión tradicional al Peñalara (2.429 metros)

Enlace de rutas.


Otra vez volví de Madrid, esta vez dando una vuelta por Peñalara. Un paraje magnífico y, además, bien acompañado. Estamos iniciando mi hermano y yo a su hijo mayor en la montaña. Y, tiene madera; no es pasión de tío, se portó con sus nueve años como un jabato.

Salimos de Colmenar Viejo y dejamos el vehículo en el aparcamiento de la estación de Cotos (a unos 1.800 metros) Tardamos menos de una hora en llegar al parking . Desde ahí seguimos la pista hasta el mirador de la Gitana y, después de otro tanto, comenzamos un ascenso en zigzag hasta la Hermana Menor (2.269 metros). Está recomendado que no nos salgamos del camino porque están revegetando la zona.



Desde la Hermana Menor subimos a la Mayor (2.284 metros); y comenzamos otra subida ligera hasta el Pico Peñalara de 2.429 metros). Bordeamos el Risco de los Claveles por la izquierda, en el borde superior del canchal, hasta retomar el camino y coronar el Risco de los Pájaros (2.266 metros). En esta época no tiene riesgo alguno hacer ambos riscos pero considerábamos suficiente coronar Peñalara por esta vez.



Ya desde el Risco de los Pájaros, siguiendo la cuerda, bajamos hasta topar un camino que encamina hacia la Laguna de los Pájaros, las Cinco Lagunas y la Laguna de los Claveles a 2.121 metros. No paramos porque estaba lloviznando y había una ligera tormenta que amainó al subir el risco previo a la bajada a la Hoya de Peñalara.

El entorno de la laguna estaba bien cuidado y vigilado. Paramos en la laguna de Peñalara a tomar un refrigerio bien merecido; no lo hicimos antes porque una ligera tormenta nos aconsejaba con su ruido que mejor bajásemos de la cima con algo más de alegría.



Bien, unos guardas muy amables nos avisaron que teníamos que retornar al camino, que estaban restaurando la zona y, aunque nos habíamos acogido a una peña granítica grande y pelada, entendimos que no se llegaba ahí por el aire sino por la zona que no debíamos haber pisado.

Recogimos las mochilas y seguimos bajando hasta el refugio de la federación de montaña. En el recorrido apenas vimos algún champiñón de monte suelto y algunos coprinos no comestibles en las moñigas de vaca; ciertamente no había llovido desde hacía tiempo. Pero hay que tener en cuenta que estamos en paraje protegido y lo más que puedes es verlos y fotografiarlos.

El tiempo para hacer esta excursión oscila entre 4 a 5 horas yendo a un ritmo tranquilo; con niños se tarda más.

Las fotos están pendientes del revelado.

frid

Monday, September 04, 2006

Subida al Garmo Negro (3.051 metros) desde Baños de Panticosa

Esta magnífica excursión la comenzamos con Enrique y Tito el domingo 3 de septiembre de 2006 desde Zaragoza. Ida y vuelta en el día.

Salimos de Zaragoza y en dos horas llegamos al Balneario de Panticosa. Comenzamos la ascensión a las 10 de la mañana, con un dia magnífico, con una especie de neblina que nos ocultó la fuerza del sol.

No disponía de la máquina de fotos, con lo que pongo un esquema del recorrido. Las fotos de la cima están hechas con la máquina del teléfono móvil de Enrique.



Comenzamos la ascensión desde una pista que está justo detrás del lago de Baños de Panticosa, a 1.650 metros. Enseguida afrontamos una fuerte subida en ziz-zag hasta la Majada Baja (a 1.880 metros); desde ahí seguimos el camino de la derecha que nos sube a la Majada Alta (2.250 metros). Si bien el primer trayecto se ha realizado en un bosque de pinos, el segundo asciende por unos prados de montaña y llega ya al árido paisaje de roca granítica.

Giramos a la derecha para entrar en una faja desde la que podríamos acercarnos al collado de Pondiellos. En vez de ir hacia el collado nos acercamos al pie del Garmo Negro (2.600 metros de altitud) y seguimos un camino bien marcado en el depósito de pie de monte. Seguimos ya dirección sur (el camino ha girado desde el desvío hacia la izquierda) y enfilamos el collado entre el Argüalas y el Garmo Negro a 2.940 metros de altura.

Desde el collado nos enfocamos a la derecha para subir el Garmo Negro. Hacia la izquerda quedan el Argüalas (más aéreo) y el Algas (algo desenfilado hacia el oeste).

Una vez en el Garmo Negro tenemos enfrente una vista magnífica a la marmolera del Infierno y, abajo, los ibones del Pondiellos. El panorama de picos es impresionante. Aquí se había retirado la bruma y llegamos bien con la vista en dirección Midí d´Osseau o bien en dirección Vignemale y Otal.

Volvimos por el camino que baja el barranco del glaciar antiguo hasta la Mallada Alta, donde recuperamos la senda de origen. Y de ahí volvimos a Baños de Panticosa.


Al fondo el Midí


Al fondo la Marmolera del Infierno.

Sunday, August 27, 2006

Subida al Besiberri Sur (3.024 metros) desde el oeste.

Subida al Besiberri sur (3.024 metros) y despedida del valle de Arán hasta el próximo año.

Esta excursión la hicimos al principio de agosto 2006, Enrique , Rafa y yo.

Dejamos el coche a la entrada del túnel de Viella, en dirección al Valle de Arán, a la cota aproximadad de 1.500 metros. Desde ahí sigue una senda que se dirije al embalse de Senet. A mitad de la senda hay un camino que se desvía hacia el oeste en el bosque de hayas y que sigue el Barranco del Besiberri.

Ya no abandonamos la senda que sube por el barranco del Besiberri, primero por un bosque de hayas, después con algún abeto y, finalmente, llegamos a una zona embalsada por una antugua morrena, el Estany de Besiberri que está a la cota 1.985 m

Subimos por el río hasta el Estany de Besiberri dalt cercano a los 2.150 metros. Este recorrido es el único de suave pendiente. Dejamos el refugio hacia la izquierda de nuestro recorrido.

Desde el Estany alto hay dos opciones al menos. Nosotros subimos por el barranco, ayudados en algún momento de las manos, pero sin riesgo. Al bajar lo hicimos desviándonos hacia la derecha (bajando) por una senda que se acerca al refugio por un barranco menos hecho y que se puede subir y bajar sin apoyarse con las manos.

Después de dejar el barranco enfilamos, por una morrena lateral, el cono de deyección que deriva del collado d´Abeller a los 2.885 metros de altitud. Para subir no hay problema si bien la piedrecilla suelta (cuando no hay nieve en el helero) hace que sea algo fatigoso el ascenso. Para bajar hay que acertar la brecha porque la señal está en medio de dos de ellas. Bajamos por la segunda más cercana al pico Besiberri.

Una vez en el collado del Abeller tenemos, subiendo, a la derecha el pico de Abeller (2.982 metros) y a la izquierda el pico Besiberri sur con sus 3.025 metros, que no impresiona mucho desde el collado por tener forma algo alomada.

Coronamos el Besiberri sur en algo más de cuatro horas. Mis compañeros desde ahí fueron por la cuerda hasta el Comaloformo de 3.029 metros.

Por cierto, se me extropeó la cámara justo al llegar al collado de Abellers, menos mal que esa excursión era mi despedida del Valle de Arán este verano.



Paso por Viella.



Senda por el Noguera Pallaresa antes de enfilar la subida al Besiberri.



Cruce del barranco Besiberri. Seguimos el camino por su margen izquierda.



Barranco entre hayas.


Llegando al estany de Besiberri






Dejando atrás el Estany de Besiberri



Subida al estany d´Alt


Vista del Estany del Besiberri d´Alt, al fondo el bajo y los montes del Vallhivierna.


Otra panorámica



Llegando al collado d´Abellers (2.885 metros). Desde ahí ya es fácil la subida, en este tiempo de verano, a la cima del Besiberri Sur. Ahí, en la cima, divisamos toda la cuerda del Besiberri en la que los picos se yerguen como agujas aparentemente inaccesibles, si bien hay para todos camino con más o menos dificultad.