Monday, September 22, 2008

Subida al Ibón de los Asnos desde Hoz de Jaca

Subida a los Asnos desde Hoz de Jaca

Cuando uno quiere subir desde Hoz de Jaca a "los Asnos", al ibón, tiene el camino fácil andadero y bicicletero de la pista, una pista que lleva a Los Asnos y Sabocos y que, además puede bajar a Panticosa, El Pueyo de Jaca y volver a Hoz después de un recorrido calcetinero.

Pero esa excursión es sobre terreno conocido.

Hay otra opción que seguimos un día para subir a la cuerda de Tendeñera que es un camino poco definico que lleva al cuello Bozuelo.

Llegar al Cuello es fácil, pero hay que guiarse por la intuición.

Cuando se sube se ven a la derecha los farallones del macizo Tendeñera que difícilmente son flaqueables, pero esos farallones arriba se hacen más suaves por los relieves de morrenas laterales y de cierre que hay en el valle alto. Ahí, al final de los farallones hay un paso bien marcado por el ganado y los ganaderos.

Llegar hasta el paso es intuitivo por las laderas más tendidas que se forman en el Barranco Ribera Estatiecho. Desde esas laderas, virando hacia la derecha, nos acercamos al paso que se intuye con mucha facilidad.

¿Qué encuentro en falta? que los antiguos caminos se recuperen y se marquen los alcorces a las vueltas y revueltas de la pista. Quedaría todo mucho más agradable y más montañero.

De hecho al volver lo hicimos alcorzando por las laderas más suaves de la pista y por algún tramo de senda que está ya limpio y preparado. Es cuestión de continuar con el desbroce.

frid


sambucos
Hoz de Jaca
Los prados
Telera
Oseau



servales
Embalse de Búbal

El paso



Los prados colgados

Ibón de los Asnos






Pista de Sabocos

Volviendo

Sunday, September 14, 2008

Nos han remitido estas fotos. Torreciudad Jornada Mariana de las Familias 13/09/08

América, con su colorido, en este caso Bolivia, está cada vez más presente en la Jornada Mariana de las Familias. Las "culturas hispanas" se hacen presentes con algo común: su tierno amor a Nuestra Señora que comienza con un nivel de matrícula de honor en Guadalupe (México) y que jalona todo el continente americano con santuarios marianos.

Este sábado éramos una gran familia. Había de todos los colores y edades. Negros como mis zapatos, decía San Josemaría... y también de todas las combinaciones que "el amor humano" puede dar. Y es que San Josemaría Escrivá de Balaguer fue un pionero en eso de la interculturalidad bien entendida. No en vano el Opus Dei es la primera institución de la Iglesia que tiene como colaboradores, como cooperadores, personas no católicas, e incluso no cristianas, que se entusiasman por la labor que se hace en los centros de formación de la Obra.

También la cultura abierta a todas las realidades nobles de la tierra tiene su nota de color con un Fluvi que el matrimonio Román entrega en nombre de todos los aragoneses a la Virgen de Torreciudad. "Toda actividad noble es santificable", y la Expo ha tenido mucho de noble y mucho de Aragón. Nos volcamos con cariño en una actividad que ha mostrado los encantos de Aragón a todo el mundo. Y su gran encanto a voces conocido: El Pilar, y, ahora, también el Santuario de Torreciudad, unido a un gran santo aragonés, San Josemaría Escrivá de Balaguer, aragonés de entraña universal, como su obra: el Opus Dei.

Jacinto.




Saturday, September 13, 2008

Jornada Mariana de las familias en Torreciudad.

Hoy hemos ido varios amigos a Torreciudad para asistir a la Jornada de las Familias, que presidía el Cardenal de Toledo, Monseñor Cañizares.

El tiempo ha sido el ideal, sin calor, con algo de viento que refrescaba el aire, con alguna piadosa nube y con gran luminosidad para ver el pirineo más cercano: El Turbón, El Collarada y Peña Montañesa. Más, hacia Ordesa, la nube sólo dejaba intuir lo que seguía.

Algunos de mis amigos fueron directamente a la Jornada de Lourdes con el Papa, otros se fueron después de la Misa del Cardenal, apenas almorzados. Sin embargo la explanada del Santuario estaba llena. Un llenazo sin agobios. Muchos niños, y niños pequeños, y familias numerosas eran una gozada para los ojos y para la esperanza.

Familias valientes que escucharon con gusto una homilía pausada y serena, pero clara del Cardenal Cañizares.

¿De qué se habló? En mi opinión de la contraposición de dos culturas, la imperante, la de la muerte, y la cristiana, la de la vida. Vida y muerte se contraponen hoy como la ciudad del Dios y la ciudad mundana. Una realidad de esperanza frente a la imposición de la desesperanza.

Y en eso el Cardenal apoyó su homilía en Cristo, la Verdadera Sabiduría. Él es Camino, Verdad y Vida. Él, la Sabiduría encarnada nos enseña, nos muestra con su vida, con su nacimiento en el seno de una Familia, con su santificación del Matrimonio, con su asistencia a las Bodas de Caná, el maravilloso proyecto divino, e inmerso en la naturaleza, del Amor humano, un amor abierto a la vida, un amor de un hombre y una mujer, un matrimonio que los deberes públicos deben proteger, y al que deben respetar el ejercicio de sus derechos y deberes respecto a los hijos.

Estuvimos atentos a las palabras del Cardenal Cañizares, agradecidos a su tono amable y esperanzador. Y nos sentimos respaldados a defender el derecho de los padres a la educación de sus hijos, el derecho a la vida, de toda vida humana, la necesidad de responder a la lacra del divorcio que tiene como víctimas inocentes a los hijos.

Es claro que la Cultura de la Vida es la cultura del Amor, y ese Amor se basa en la generosidad, en no cegar las fuentes de la vida, en la esperanza. Un mensaje nuevo porque se abre a la vida que es siempre una novedad, frente al obsoleto de la cultura de la muerte, agresivo, impositivo y sin esperanza.

Después de la Santa Misa, pudimos disfrutar de una tarde magnífica, los más pequeños tuvieron juegos hinchables. Antes de la Misa hubo ofrendas, entre las que estuvo Fluvi como uno más. Y después, actuaciones de grupos como los de percusión de Cervera, y en el Santuario conciertos de Órgano y de un Coro.

Al final rezamos el Santo Rosario y se cerró el acto con Bendición Solemne y rezo del "Salve Madre".

El rector del Santuario nos despidió con la Bendición de viaje y un mensaje de que fuésemos testigos y portadores de Dios.

Y, como colofón, la actuación de la Guardia Civil hizo que la llegada y salida fuese fluida. Nuestro agradecimiento a esas personas tan abnegadas.

Y, como no, el final vino con la victoria 2-0 del Huesca con el Eibar. ¿Subirá de Segunda?

frid


El servicio del orden nos dio magníficas indicaciones desde el autobús puente que tomamos al llegar al aparcamiento.


Poco a poco la explanada se llenó de color.



Pedro portaba a Fluvi.



Los tambores de Cervera


El café del medio día


Los hinchables.


Comienza el Santo Rosario (la oscuridad es por el contraluz)




Acabamos con la Bendición Solemne.

Tuesday, September 09, 2008

Moncayo. El collado de Castilla.

Este sábado pasado, el 6 de septiembre, el Servicio Meteorológico avisaba lluvias, que comenzaban justo hacia el Oeste e iban acercándose al Pirineo, pero no daban avisos de alerta.

Pensamos que nos podríamos mojar y decidimos ir por sendas sencillas, bonitas y conocidas: el Moncayo y sus bosques de hayas. Así que pusimos rumbo a Ainzón, por la carretera del "desierto de Pozuelo" y, de ahí a Borja, San Martín de la Virgen del Moncayo y a la fuente de la Teja, desde donde sale una senda que va al Barranco de Castilla y al Collado de Castilla.

Realmente hay dos sendas, una más interior al barranco, y otra, la que seguimos, que va acercándose al Moncayo por el bosque de hayas.

Desde la Fuente de la Teja se llega a una pista forestal que se cruza en dos ocasiones y, ya sin más cruces, vamos pasando paulatinamente de un bosque puro de hayas a otro con pinos, hasta finalmente convertirse todo en un pinar que llega justo al collado.

El final del camino se separa del bosque y va por un prado de alta montaña, más bien entre retamas y enebros rastreros.

Llegando al Collado hay una fita que marca el camino de mulas que baja desde Castilla hasta el Santuario de la Virgen del Moncayo.

Nosotros arribamos al collado, vimos los campos castellanos de Ágreda y la planicie castellana y bajamos por el camino de mulas antes descrito.

En un momento se sustituye el pinar por canchales vivos, yendo el camino por media ladera y sin bajar apenas altura hasta que retorna a otro pinar y va haciendo lazadas hasta el lugar donde está ahora el aparcamiento del Santuario.

Desde el aparcamiento seguimos por la pista que baja hasta encontrar una pista forestal con barrera, que es la misma que hemos cruzado anteriormente.

Podemos seguir por la pista hasta localizar las marcas del camino que baja a la Fuente de la Teja teniendo en cuenta que la pista, al dar la revuelta, nos llevaría sin desvíos a otra fuente: la del Sacristán, pero eso nos alejaría del vehículo que hemos estacionado en los aparcamientos (cuarenta plazas) junto a nuestra fuente.

Si hubiésemos dejado el coche más abajo, por ejemplo en el Centro de Interpretación, habríamos recorrido también una parte del bosque entre robles quejigos que son un piso forestal más bajo y también de gran encanto.

El paseo nos llevó cinco horas, el desnivel de 1.150 metros aproximadamente de la Fuente de la Teja a los 1.945 metros del collado.

Desde ese collado hay senda para la Peña Negrilla (Moncayo de Castilla) o el Pico San Miguel o, propiamente, Moncayo.

Si se sube al Moncayo, se puede bajar por el camino tradicional al Santuario, o bien por el camino de la izquierda del Circo del Cucharón, que se interna en el bosque de pinos y que coincide con el anterior en la parte baja del circo.

frid


brezos en flor

La magia del hayedo.



Los canchales

El barranco




Llegando al collado de Castilla, teniendo a nuestra izquierda la tira de pinos que sube hasta el mismo collado.


Collado de Castila


Bajando por el camino de mulas: un refugio sin techo.



farallón guía. Pasa la pista por arriba.

Mostrando una fita.




Detrás de esa peña está el Santuario de la Virgen del Moncayo y el Restaurante.

Servales



Señales del camino. Fuente del Sacristán, Barranco de Castilla y Prado de Santa Lucía.

Canchales que llegan hasta la pista.