Entrevista a Ramón Tejedor, Presidente de Montañeros de Aragón: “El montañismo ha disminuido notablemente en los últimos 30 años”
Ramón Tejedor
Por: Cristina Perez para Aragón Liberal
Nacido en Zaragoza el 18 de febrero de 1955, Ramón Tejedor ha apostado por todo aquello que le ha llamado la atención en la vida. Licenciado en Física por la Universidad de Zaragoza y Diplomado en Ingeniería Ambiental y en Administración de Empresas por la Universidad Politécnica de Madrid. Actualmente complementa su larga carrera política en la Comunidad Autónoma de Aragón con la presidencia de la Cooperación aragonesa de Radio y Televisión y con su gran pasión desde niño, el montañismo. Es presidente de Montañeros de Aragón y autor de dos libros sobre la montaña.
¿Cómo comenzó su pasión por la montaña?
Empezó de pequeño en el colegio. Estudiaba en Zaragoza en el colegio Maristas y allí además de una sección de baloncesto, atletismo, fútbol o balonmano, había también una sección en la que hacíamos actividades de montaña y naturaleza. Así que empecé a los 9 años y llevo toda la vida yendo a la montaña.
¿Alguna montaña especial?
Siempre se recuerda mucho la primera montaña que subes. Con 14 años subí una en el Prepirineo, muy cerca de Loarre, que se llama el Puchilibro. Tiene unos 1.600 m de altura y unas magníficas vistas a la Cordillera Pirenaica. Después de esa, han venido muchas, son muchas las montañas que subes y te dejan huella. Recuerdo mi primera ascensión al Aneto, o cuando hice el Cervino en los Alpes o el Montblanc. La primera vez que fui al Himalaya…
¿Le resulta difícil compatibilizar sus cargos políticos y su presidencia de la CARTV con la montaña?
No. No me resulta difícil porque las actividades de montaña son, en general, de fin de semana. Precisamente la cantidad de actividades que tengo, podríamos denominarlas “estresantes”. La montaña es un magnífico antídoto para el estrés, porque te exige un esfuerzo continuado y hay momentos en los que te exige un alto grado de concentración y, en consecuencia, te olvidas así de las preocupaciones cotidianas. Retomas fuerza e impulso para, a partir del lunes, volver a ponerte las pilas en lo que llevas entre manos. Y en verano, o también en Navidades, es más fácil hacer grandes expediciones fuera de España o Europa porque puedes contar con 15 – 20 días para ello. Es una actividad que se compatibiliza perfectamente con los quehaceres diarios y que sirve para amortiguar las tensiones que genera la vorágine cotidiana y, por lo tanto, es un buen elemento de recuperación mental y, por supuesto, física.
Además ha escrito dos libros: “Crónicas de un viajero aragonés a pie” y “Un paisaje, una mirada”. ¿Cómo se le ocurrió adentrarse también en el mundo de la escritura?
Porque creo que la montaña es una escuela de vida. Es también un paradigma de la manera de enfocar las cosas y uno en la vida se pone objetivos y trata de conseguirlos. Unas veces llegas, otras no. Hay que saber renunciar a veces, readaptar las estrategias para conseguir esos objetivos y saber también disfrutarlos cuando los logras. Y la montaña es un poco esto, es a veces el medio de la adversidad. Es aprender a sufrir, a compartir, a valorar la naturaleza y es también algo muy importante en una sociedad amenazada por grandes riesgos como el cambio climático. Es una escuela magnífica para aprender a darnos cuenta de que tenemos que cuidar y preservar este planeta. Cuando he escrito estos libros ha sido por querer, de forma didáctica, trasladar qué es la montaña, qué significa la montaña y por qué el montañismo es mucho más que un deporte. Es un compendio de actitudes de la vida.
La pasión por la montaña, ¿ha aumentado o ha disminuido con el paso de los años?
Ha disminuido en los últimos treinta años bastante. Porque la montaña es dureza, es cargar con una mochila a veces muchas horas. Es pasar calor, pasar frío. Es dormir a veces en condiciones muy precarias. Entonces muchos jóvenes pueden preferir otras actividades deportivas más cómodas como ir a nadar, al gimnasio o a un rocódromo. Porque van allí, están unas horas, van a casa se duchan y ya está. Ni se someten a la intemperie ni a peligrosos objetivos, porque según qué nivel de montaña se practique, es peligroso. El senderismo en sí no es peligroso pero la escalada en alta montaña puede serlo.
¿Cree que las personas están concienciadas de lo preparadas y seguras que tienen que ir a la montaña?
Cada vez más. Porque, sobre todo en Aragón, que es lo que más conozco, hay campañas permanentes de concienciación. Hay una campaña que se llama: “Montaña es para vivirla segura”. Se trata de una campaña que todos los años se lleva a cabo entre el Gobierno de Aragón y la Federación aragonesa de montaña para que la gente sepa que hay que ir con un mínimo de equipamiento y preparación. A pesar de ello hay imprudencias, por supuesto. Pero entiendo que el nivel de información ha mejorado notablemente en los últimos quince años.
¿Cuáles son las ventajas de pertenecer a un club como Montañeros de Aragón?
El pertenecer a un club tiene muchas ventajas. Primero, es necesario pertenecer a un club para federarte. Y es recomendable estar federado porque tienes asistencia médica en casi de algún percance y tienes además precios muy baratos para pernoctar en los refugios, comer y cenar en los refugios. Además en los clubes se organizan periódicamente cursos, que son muy útiles. Además conoces gente y tienes un calendario de actividades – en el caso del club de Montañeros de Aragón a lo largo de todo el año- en las que te llevan y te traen en autobús. Pero a veces también te puede interesar compartir una actividad de montaña sólo con tus dos o tres amigos o con tu pareja…son opciones complementarias.
¿Tiene algún proyecto para Montañeros de Aragón?
Estamos preparando un calendario de actividades muy interesante para el próximo año 2010 y estamos apoyando a una serie de chavales jóvenes que están haciendo proyectos interesantes en los Andes, los Alpes, el Himalaya, la Patagonia… Empieza a haber una cantera de personas entre 20 y 30 años con grandes retos.
¿Le queda algún reto pendiente?
Me gustaría seguir activo el mayor período posible de tiempo. Todo eso depende de la salud. Nadie es eterno. A corto- medio plazo tengo ganas de volver al Himalaya y hacer alguna montaña entre los 5.000 y 6.000 metros. Estamos barajando hacer alguna ascensión en el entrono del Everest.
No comments:
Post a Comment