Sierra Caballera. Pico Nabiella:
Estos dos últimos fines de semana he tenido más ocupación de la normal y, sólo el domingo he encontrado un hueco para pasear por nuestros montes aragoneses. Y, al salir tarde de Zaragoza, con la necesidad de comenzar a andar cuanto antes, hemos elegido la linea recta que, golpea prácticamente con la "Peña Gratal", por eso las elecciones fueron primero Sierra Caballera desde Bolea y, este fin de semana, desde Arguis, el Monte Peiró.
La Sierra Caballera tenía el día 31 de enero el encanto de la nieve recién caída de la noche anterior. Poca nieve, un ligero manto de nieve virgen que cubría las humildes cumbres de la Sierra de Guara.
En Bolea hay dos sendas que se adentran en el monte, la que conduce a la Ermita de San Cristobal y la que elegimos, el GR 1 que llega al collado de Los Pozos para acabar en Bentué de Rasal. Tengo descrita la excursión circular que pasa por ambos lugares en el blog, avisando que en primavera, junto a la Ermita de la Santísima Trinidad hay una explotación de abejas y el camino cruza su linea de acción.
En esta ocasión había una cacería que hubiese hecho peligrosa la subida. Estos montes tienen una intensa actividad de caza y ya en alguna ocasión fue el motivo de cambiar de ruta, en concreto en Loarre.
Este día un jabalí no cazado echó por tierra la cacería. El dueño de los perros, como "buen pastor" bajaba deprisa a los coches a una perra herida por el jabalí y suspendieron la caza, dejando libre el camino desde la Ermita de la Santísima Trinidad hasta la cima del Nabiella (la primera de la Sierra Caballera y vértice geodésico).
Otra observación: los rallyes de todo-terrenos. Había uno organizado, seguramente legal, pero es el que nos hizo encontrar huellas de vehículos en la misma cima de la Sierra ya que tiene un camino de tierra que permite llegar a ella por el oeste. Es algo, realmente, de mal gusto y a evitar.
Monte Peiró:
Esta cima es lo suficientemente aérea para que no tenga uno el riesgo de toparse con "todo-terrenos", además su subida que comienza de una revuelta del camino que da la vuelta a Arguis es, en el primer tramo, de una pendiente lo suficientemente grande como para que sea imposible también el subirla en bicicleta, salvo que se lleve a hombres.
Este monte está al final de la cuenca que drena hacia el río Isuela, y se compone de una alternancia de calizas y arcillas, con los estratos verticales prácticamente. Su subida es por la zona más blanda del terreno hasta los últimos metros que se pasa por una cornisa aérea pero, al mismo tiempo con quitamiedos naturales para evitar el vértigo.
El primer tramo es de pinos de reforestación entre los que hay alguna haya suelta y algún roble; se pasa a un tramo precioso de hayas jóvenes en los que se hace un tramo casi llano para cruzar el barranco. También se encuentran algunos tejos jóvenes. Después de cruzar el barranco desde que se ve una foz preciosa, se sube ya de nuevo con fuerte pendiente hacia la cimera por un terreno que, con humedad, es muy embarrado.
Nosotros, una vez subido el monte Peiró, investigamos por un portillo que lleva a otro barranco que baja al valle de Bentué de Rasal y subimos a un collado errado que nos orientaba hacía Bolea. Nos fuimos demasiado al sureste ya que la crestería principal, hacia el sur, conecta con la pista que sube a las planas previas a la ascensión a Peña Gratal.
En un prado estaban descansando unos cazadores de Bentué de Rasal y de Aniés, si bien los jabalíes, en esta ocasión, fueron más astutos que ellos y no quisieron aparecerse.
frid
Estos dos últimos fines de semana he tenido más ocupación de la normal y, sólo el domingo he encontrado un hueco para pasear por nuestros montes aragoneses. Y, al salir tarde de Zaragoza, con la necesidad de comenzar a andar cuanto antes, hemos elegido la linea recta que, golpea prácticamente con la "Peña Gratal", por eso las elecciones fueron primero Sierra Caballera desde Bolea y, este fin de semana, desde Arguis, el Monte Peiró.
La Sierra Caballera tenía el día 31 de enero el encanto de la nieve recién caída de la noche anterior. Poca nieve, un ligero manto de nieve virgen que cubría las humildes cumbres de la Sierra de Guara.
En Bolea hay dos sendas que se adentran en el monte, la que conduce a la Ermita de San Cristobal y la que elegimos, el GR 1 que llega al collado de Los Pozos para acabar en Bentué de Rasal. Tengo descrita la excursión circular que pasa por ambos lugares en el blog, avisando que en primavera, junto a la Ermita de la Santísima Trinidad hay una explotación de abejas y el camino cruza su linea de acción.
En esta ocasión había una cacería que hubiese hecho peligrosa la subida. Estos montes tienen una intensa actividad de caza y ya en alguna ocasión fue el motivo de cambiar de ruta, en concreto en Loarre.
Este día un jabalí no cazado echó por tierra la cacería. El dueño de los perros, como "buen pastor" bajaba deprisa a los coches a una perra herida por el jabalí y suspendieron la caza, dejando libre el camino desde la Ermita de la Santísima Trinidad hasta la cima del Nabiella (la primera de la Sierra Caballera y vértice geodésico).
Otra observación: los rallyes de todo-terrenos. Había uno organizado, seguramente legal, pero es el que nos hizo encontrar huellas de vehículos en la misma cima de la Sierra ya que tiene un camino de tierra que permite llegar a ella por el oeste. Es algo, realmente, de mal gusto y a evitar.
Monte Peiró:
Esta cima es lo suficientemente aérea para que no tenga uno el riesgo de toparse con "todo-terrenos", además su subida que comienza de una revuelta del camino que da la vuelta a Arguis es, en el primer tramo, de una pendiente lo suficientemente grande como para que sea imposible también el subirla en bicicleta, salvo que se lleve a hombres.
Este monte está al final de la cuenca que drena hacia el río Isuela, y se compone de una alternancia de calizas y arcillas, con los estratos verticales prácticamente. Su subida es por la zona más blanda del terreno hasta los últimos metros que se pasa por una cornisa aérea pero, al mismo tiempo con quitamiedos naturales para evitar el vértigo.
El primer tramo es de pinos de reforestación entre los que hay alguna haya suelta y algún roble; se pasa a un tramo precioso de hayas jóvenes en los que se hace un tramo casi llano para cruzar el barranco. También se encuentran algunos tejos jóvenes. Después de cruzar el barranco desde que se ve una foz preciosa, se sube ya de nuevo con fuerte pendiente hacia la cimera por un terreno que, con humedad, es muy embarrado.
Nosotros, una vez subido el monte Peiró, investigamos por un portillo que lleva a otro barranco que baja al valle de Bentué de Rasal y subimos a un collado errado que nos orientaba hacía Bolea. Nos fuimos demasiado al sureste ya que la crestería principal, hacia el sur, conecta con la pista que sube a las planas previas a la ascensión a Peña Gratal.
En un prado estaban descansando unos cazadores de Bentué de Rasal y de Aniés, si bien los jabalíes, en esta ocasión, fueron más astutos que ellos y no quisieron aparecerse.
frid
Ver:
Circular en Bolea subiendo al Pico de Caballera
De Bolea al paso de Bentué de Rasal. La nieve del calentamiento global
Arguis y Sierra de Gratal en día de tormenta
Nieve en Arguis (Huesca)
Sierra Caballera. Pico Nabiella
Vista de la Sierra Caballera desde Bolea
Embalse de La Sotonera
Vista desde la cimera de Sierra Caballera: Peña GratalLa subida al Monte Peiró (1.583 metros según cartel anunciador y 1.558 en el plano de PRAMES)
hayas jóvenes
Al fondo el embalse de Arguis
Collado
La cimera
Vista del Pirineo hacia Jaca: al fondo Peña Oroel
Le Pico Peiró al fondo
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