Caminos desde Rialb. Despedida (y 26)

Despidiendo Rialb.

Hoy ha sido todo el paseo una repetición, incorporando la dosis de nostalgia. Por esta vez nos despedimos de Rialb. ¿Volveremos? Es posible, pero haremos entonces otro tipo de reportajes, que no serán ya de caminos... o bien sí de los caminos nuevos que realicemos, o aquellos que no hemos documentado esta vez.

Tengo, de 2007, unas fotos que podrían hacer que, ordenadas, amplíe la serie de caminos con ascensiones a los picos de la zona, de la hoya de Nuria.

Esta vez nuestra despedida ha sido el pasar por los pueblos que están accesibles a nuestro calcetín matutino: Batet, Mas de Vilamanya, Queralbs, Fustanya, Mas de la Casanova y vuelta a Rialb. Dejamos por esta vez Serrat y la Masía de Vilardell, pero no así de nuestro recuerdo. Algo más lejanas Ribes de Freser, Campdevànol, Bruguera y Planoles han sido puntos neurálgicos para la partida de varias de nuestras excursiones, además de la escapada al Cadí donde Montellà ha sido el punto de partida.

Un verano relajado pero que ha dejado en suspenso, como las aguas del mar Rojo, los trabajos que el curso entrante nos depara. Pero espero que este descanso suponga también nuevos bríos para afrontar nuevos retos.

Se cerrará el paso, se acabarán los días sin preocupaciones, o con preocupaciones retenidas, y procuraremos buscar la poesía y la belleza del día a día, que también existe.

Claramente, el pasar unos días en tierras catalanas, ayuda a pensar lo diferente que es España, las Hispanias medievales, más ricas en cultura con el paso del tiempo si sabemos sumar y no restar, si admiramos y queremos a cada uno de nuestros pueblos.

Sí, un madrileño afincado en Aragón y veraneando en Cataluña, orgulloso de todos estos pueblos y con el deseo de no renunciar a sentirse en su casa en cada una de esas tierras.

¿Será eso posible en un futuro? Para eso necesitamos personas sin complejos, sin agravios comparativos, y con mucha capacidad de comprensión y de querer. Es posible, sí, ¿pero lo querremos?

Adiós, catalanes, y hasta mi vuelta por esos parajes.

frid

El Torreneules desde Batet.

Fustanya desde Vilamanya.

Masía de la Casanova.

Masía de Vilamanya.

Queralbs desde el camino de Vilamanya

Belleza de un boleto pero nada más.

Este es el resultado de la temporada de agosto: si algo un licopedum.

Sambucos.

Otra especie de licopedum, en forma de flor.

Caminos desde Rialb. Nuria desde Daio (25)

Caminos de Nuria: desde la Central de Daió al Santuario de Nuria:

Hoy es el penúltimo día completo que pasamos en Rialb y es lógico pensar en despedirse de la Virgen de Nuria. Por eso hemos elegido el recorrido que va desde la Central de Daio a Nuria.

El camino coincide en los primeros metros con dos caminos, uno que sube por la margen derecha del Freser a Coma de Vaca y otro que sube por la tubería de la Central hasta el depósito de agua, pasando por la antigua Central de Daio, más alta y que ha sido sustituida por la actual que recoge los dos antiguos saltos en uno solo.

El camino de Nuria lo reparó la Compañía Catalana de Ferrocarriles ante los cortes que necesitó hacer al camino de Nuria desde Queralbs con la construcción del nuevo túnel del Tren Cremallera.

La senda va subiendo por la zona del roquedo de Totlomon pero algo más hacia el río de Nuria que la tubería de la central y toma altura muy rápidamente, cruza dos canchales de piedra y pasa por un desfiladero en el que han colocado una barrera quitamiedos, que no haría falta pero va muy bien para los ligeros vértigos.

Pasada una plataforma nueva que evita la zona de una cascada ocasional de un barranco se baja hasta alcanzar el puente en el que se conecta con el camino nuevo, que es el tradicional y que viene de Queralbs.

Desde ahí, siempre por la margen izquierda del Nuria, se pasa enfrente del Santo del Sastre, que es la cascada que viene de Fontalba, por el Refugio de San Rafael, por la Cascada llamada Cola de Caballo y por el Refugio de San Pedro.

Pasado el refugio, se baja ligeramente para cruzar tanto el río Nuria como el Ferrocarril, por un puente por debajo del ferroviario y ya en la ladera derecha se sube por una zona de granito hasta el Mirador desde el que se ve Nuria y al que llega también el Camino de Fontalba.

Nosotros, al llegar al mirador, después de las fotos de rigor y una Salve a la Virgen de Nuria, volvimos a nuestro vehículo en la Central de Daio.

Tiempo empleado: subiendo una hora y tres cuartos de hora, pero puede llegar a dos horas. Bajando empleamos una hora y cuarto, pero puede ser una hora y media lo ma´s normal.

Desnivel aproximado de 1.100 metros a 1.900 metros en el mirador.

Ninguna dificultad.

frid

Central nueva de Daió. Sustituye en un salto lo que antiguamente se turbinaba en dos fases.

Tubería de Daió. Baja desde las rocas de Totlomon.

Helicóptero que está abasteciendo de material una obra en el Tren Cremallera de Nuria.

Antigua Central alta de Daió.

Entrada al valle de Nuria, al fondo trazado del ferrocarril cremallera.

Un cremallera de dos unidades subiendo.

Vista ya hacia la salida del valle de Nuria.

Puente donde se encuentran los caminos que vienen de Queralbs y de Daió que van, ambos, al Santuario de Nuestra Señora de Nuria.

Refugio de San Rafael.

Barranco de Fontalba. El viaducto desagua las aguas del barranco en el Salto del Sastre.

Salto del Sastre. Aguas de Fontalba.

Cola de Caballo, salto del río Nuria.

Flora en el río Nuria. Especie de Angélica-arcangélica.

Puente romano y ya en la otra ladera del río, la margen derecha.

Una cascada.

Protección anti-abalanchas.

Llegando al mirador de Nuria.

Santuario de Nuestra Señora de Nuria con el lago. Fin de la excursión-peregrinación.

Vista del puente romano al volver.

Planta sempervivens.

Caminos desde Rialb. Coll de Graus (24)

Caminos desde Campdevànol, en las inmediaciones del Taga.

Decididamente este año todo viene muy retrasado, no nos podemos quejar del follaje pirenaico, que casi no ha tenido estiaje, pero sí de lo retrasada de la temporada de setas, que –esperemos- en septiembre tenga un despertar exuberante.

Este paraíso, el valle del Freser, ha sido un paraíso del pasado y, con seguridad, del futuro. Incluso las macrolepiotas y los champiñones se han hecho de rogar, y eso que aquí “abundan como setas”.

Eso ha hecho que tengamos más tiempo para explorar otra vez los caminos que nacen de la Colonia de Molinou en Campdevànol. Y hoy hemos seguido el camino que dejamos en la Ermita de San Grau, para llegar al Collado de Graus (1.177 metros) y continuar al bosque de hayas cercano a la Ermita de San Juliá de Sator, saliendo de la Colonia del Molinou.

Desde la Ermita de Sator hay un cruce importante de caminos que van a Campdevànol, a San Martí d´Ogassa, a Bruguera y a Ripoll, a la Sierra Caballera y al Taga, al Valle del Freser y al Valle del Ter.

Desnivel: desde los 750 metros de la colonia, a los casi 1.300 metros del final del bosque de hayas. Si hubiésemos llegado a la Ermita la cota era ya casi los 1.400 metros, si bien se sigue subiendo a 1.450 metros para hacer un recorrido circular por los Llisos de Corones llegando a los límites de la Cantera, subiendo el cerro de Sant Grau (961 metros) y bajando de nuevo a Molinou.

Encontramos unas pezizas, alguna babosa (llanega) y alguna amanita, y una rúsula áurea algo despistada. Fotografié la lechetrezna y volvimos al vehículo para llegar a la hora de comer a casa.

Mi consuelo, la esperanza de que en septiembre, ya de vuelta a nuestro Aragón, los hongos despierten y nos den una sorpresa, porque de lluvia no deberían quejarse, si bien julio y agosto han sido meses más bien secos según la actual Agencia Nacional de Meteorología.

Lechetrezna

Pezizas

Indicaciones para ir al Coll de Graus (o de San Grau)

En la colina está la ermita de Sant Grau, la masía que se ve es la masía de San Martí d´Armàncies.

En el Coll de Sant Grau (de Graus) indicando la dirección de la Ermita de San Juliá de Sator.

Este otro valle va hacia Campdevànol

Unas amanitas.

Fuente de San Martí Vell.

Otras pezizas.

Caminos desde Rialb. De Rialb a Rialp. De Cova del Corb al Barranco de la Ribalera (23)

El Paso de los Pirineos (2)

Este tramo se puede hacer, ida y vuelta, en cuatro horas. Realmente lo comenzamos antes que el anterior, por la mañana, en la que era seguro el buen tiempo.

Antes de iniciar el recorrido, bajamos desde Rialb para poder subir por el eje del Segre hasta Oliana y recorrer por carretera el trayecto último que el Fundador del Opus Dei hizo en autobús, pasó Oliana y en el cruce hacia Peramola bajó y fue andando con los que le acompañaban hasta un pajar de Peramola en el que esperaron la incorporación de los otros tres jóvenes que iban con ellos a hacer el paso a la zona nacional, de ahí llegaron a la Rectoría de Pallerols en la que pasaron la noche del incidente de la rosa de Rialp.

Desde la Cabaña de San Rafael iniciaron la ascensión hacia Andorra. Nosotros hicimos sólo una pequeña parte del recorrido.

Dejamos el vehículo en una masía previo a comenzar nuestra subida por la Montaña del Corb hasta la Cueva del Corb, que, como bien dice Mosén Ignaci es más bien la Casa del Corb por sus grandes dimensiones. Ahí hubo una escena que debió de ser fuerte cuando el guía dejó claras las condiciones del paso, muy duras pensando en lo peligroso que era el tránsito, casi salvajes pero de pura supervivencia.

La realidad, con San Josemaría como uno de los que pasaban fue distinta. Y, ante el desfallecimiento de uno de los que le acompañaban en esa primera etapa, todos siguieron y se rompieron las reglas por esa vez. Y todos llegaron gracias a la protección de la Virgen al destino previsto.

Para subir a la Cova del Corb se pasa por una zona de conglomerados, de origen deltáico y similares a los de los Mallos de Riglos o a los de la Sierra de Guara, seguramente de la misma formación geológica. Son unas rocas que forman unos cortados imponentes de magnífica vista y de tentadora escalada.

Cercanos a la cueva hay dos opciones de acceso, desde un camino de carros se llega por la izquierda sin apenas volar el acantilado, pero el camino normal va por la derecha y tiene unas sirgas a modo de quitamiedos que se pusieron por indicación de Monseñor Javier Echeverría para que los peregrinos que hiciesen la ruta no corriesen riesgos innecesarios, pensando en los mayores o en los que tienen vértigo o miedo a las alturas.

Llegamos a la Cova del Corb, Mosén Ignasi nos explicó qué pasó en la Cova y seguimos el camino hasta un maravilloso collado de conglomerado calizo que es como una aguja en medio de dos macizos de esa piedra. Bajamos por un bosque de pinos hacia un barranco que corta los conglomerados y desemboca en el Segre a la altura de Oliana.

Subimos el barranco hasta llegar a una zona caliza, donde hay una cueva que es la cueva donde celebró de nuevo Misa el Fundador del Opus Dei y que narra magníficamente un testigo presencial, Antonio Dalmases.

Ahí vimos la piedra plana donde se celebró la Santa Misa y que se pudo identificar con el relato de los acompañantes de San Josemaría en la odisea de los Pirineos. Esta zona se describe en los itinerarios como l´Espluga de les Vaques.

Preparando la salida.

Nos dirigimos a este macizo de conglomerado calizo.

Nos explican que ahí, al fondo, se ve el Barranco de la Ribalera, y en el contacto con la zona boscosa está la cueva donde celebró la Santa Misa San Josemaría Escrivá de Balaguer.

Llegando a la cueva del Corb.

Bajando hacia la cueva y apoyándose alguno en la sirga, que para eso está.

Entrando en la cueva del Corb.

Vista de los farallones de conglomerados.

Una planta minúscula en la piedra.

Dando la vuelta al macizo y camino al collado.

Ese es el collado.

En el collado, previo a la bajada, Xiscu indica.

El barranco de la Ribalera.

Bajamos a esta pista en el bosque de pinos, ahí acabamos el almuerzo a la vuelta.

Bajando un barranco.

Ahora subiendo lo bajado.

Camino a la cabaña.

Nuestro guía nos muestra un sinclinar y otro anticlinar que se pueden observar en las calizas.

Cortes del barranco

Llegando a la cueva de l´Esplugues de les Vaques, en la Ribalera.

Esta piedra es en la que parece que San Josemaría dijo la Santa Misa.

Un fósil en la piedra.

Volviendo.

Llegando de nuevo al collado.

Una sabina que es a la vez indicador.

Llegamos a los vehículos, bebimos algo de agua y partimos hacia la Iglesia de la Rectoría de Pallerols.